lunes, 24 de marzo de 2008
MITOS SOBRE LAS CENTRALES HIDROELECTRICAS
10 MITOS SOBRE LAS CENTRALES HIDROELECTRICAS
1.- ¿Son limpias?
No. En el pasado se creía que las hidroeléctricas eran una solución
limpia para proveernos de electricidad. Hoy se sabe que las centrales
hidroeléctricas de embalse emiten, unas diez veces más de metano y CO2 que
cualquier central termoeléctrica, debido a la putrefacción de bosque y del
subsuelo inundados, acelerando así de sobremanera el efecto invernadero. A
esta situación hay que sumar la falta de esta vegetación en la reproducción
del oxígeno.
2.- ¿Son renovables?
La renovabilidad de las centrales hidroeléctricas de embalse no es
ilimitada. Cada represa requiere de una evaluación de su vida útil, ya que
ésta depende de factores como el estancamiento de sedimentos que, a lo largo
del tiempo, disminuyen el volumen de agua y con ello el volumen de
generación. Además, el caudal de los ríos en el sur de Chile, ha sufrido en
los últimos 20 años una fuerte tendencia a la baja (30%), hecho que se le
atribuye al cambio climático. Entonces, se puede decir que, aunque por un
periodo limitado de tiempo no hay que pagar combustible para la generación de
energía, se limita la renovabilidad a un periodo de tiempo bastante
restringido.
3.- ¿Son sustentables y solucionan definitivamente el problema del
abastecimiento?
No. Endesa calcula, para las centrales hidroeléctricas un promedio de
vida útil de 50 años, lo que queda después, es un pozo de arena. En
consecuencia, pagamos con nuestro aire, suelo, bosque y agua y con ello
también con nuestros intereses económicos (turismo, agricultura) el retardo,
estimado en 50 años, para aplicar las tecnologías que podríamos perfectamente
implementar desde ya.
No es necesario destruir nuestro sustento como seres parte de este
gran ecosistema y por ello dependientes de nuestro medio ambiente, tampoco es
preciso destruir a nuestro sustento económico y sin quitarle su propiedad a
miles de de personas afectadas por este megaproyecto.
Además, este tipo de proyectos constituyen un anacronismo total frente
a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Energía que recomienda
diversificar la matriz y proveedores de energía y darle preferencia a las
energías renovables.
Si revisamos el balance del año 2007 del Ministro de Energía Marcelo
Tokman, vemos inmediatamente el grave problema que conlleva la energía
hidroeléctrica: nos deja muy vulnerables frente a tiempos de sequía, más aún
si consideramos que la tendencia general va hacia una disminución del caudal
de nuestros ríos. Invertir en hidroeléctrica significa agravar el problema
existente haciéndonos más vulnerables hacia la sequía y más dependientes de
dos proveedores instaurando un casi-monopolio.
4.- ¿Son indispensables para el desarrollo?
No. Hoy existen otras formas de generar la energía requerida con mucho
menos impacto y además agravan nuestra dependencia del factor climático.
Incluso hay que decir que las centrales hidroeléctricas impiden el desarrollo
del turismo enfocado en el turismo de naturaleza, de la agricultura y
ganadería, obligando a miles de personas a abandonar sus campos y de la pesca
por la destrucción de la calidad del agua (temperatura, oxigenación y
sobresaturación).
5.- ¿Son baratas?
Aquí la gran pregunta es para quién. Son baratas para las empresas que
las operan, porque nadie las obliga a responder por los costos generados por
sus impactos. Las personas no se encuentran protegidos y se pierden miles de
puestos de trabajo relacionados con el turismo, agricultura, ganadería,
acuicultura. El estado pierde las contribuciones en patentes e impuestos de
estas actividades económicas, mientras que los dividendos de las
hidroeléctricas y transmisoras de energía se van, en su gran mayoría, al
extranjero. Nuestra experiencia nos enseña además que los bajos costos de
producción ni siquiera se reflejan en el precio de mercado de la energía
eléctrica.
6.- ¿Dan trabajo a la gente?
No. Tomando la experiencia no tan lejana de la central hidroeléctrica
de Canutillar (Lago Chapo), se puede decir en resumidas cuentas que
aumentaron los puestos de trabajo solamente durante la fase de construcción
de la central y para la gente del sector solamente en labores básicas.
Después de la construcción no quedaron ni siquiera estos puestos de trabajo.
Incluso es muy poco probable que estos proyectos no destruyan puesto de
trabajo en turismo. En Aysén, por ejemplo, bajaron las reservas
para esta temporada tan sólo con el rumor de que las represas eran cosa
decidida.
7.- ¿No hay otra opción?
Si. Afortunadamente hay una serie de otras opciones, aunque en un país
tan sísmico como Chile quisiéramos excluir la energía nuclear. Si en la
actualidad la minería, especialmente la del cobre que al mismo tiempo es el
consumidor número uno, producen grandes excedentes, ahora es el tiempo de
invertir en energías renovables en las que Chile es tan rico: eólica,
mareomotriz, minicentrales de pasada, geotermia, nuevas tecnologías en
energía solar, etc.
8.- ¿No me incumbe?
Aunque no sea propietario u ocupante de un terreno afectado por los
embalses no por la tala rasa de los troncales, estos proyectos sí afectan a
todos en lo económico porque el turismo genera ingresos para todo el país y
también nuestra calidad de vida porque nuestros ríos son verdaderas arterias
de vida que juegan un papel importante en el desarrollo del clima. Como
partes de nuestro medio ambiente, obviamente nos afectamos automáticamente
por la destrucción de su suelo, agua y aire.
9.- ¿Ya es tarde para evitar que se construyan?
No es tarde. Hasta el momento no están ni siquiera los estudios de
impacto ambiental aprobados. Y si ellos no son un mero trámite, estos
proyectos con su tremendo impacto en el medio ambiente, la cultura y la
sociedad no pueden ser aprobadas.
10.- ¿Nosotros no podemos hacer nada?
Al contrario: nosotros tenemos que hacer algo! Para rechazar estos
proyectos necesitamos nada más ni nada menos que la presión de la ciudadanía
y esto somos todos nosotros. Si deseamos preservar nuestro ambiente, nuestras
fuentes de ingresos y todas nuestras proyecciones, tenemos que decir No a las
Represas!!!!!
Fuente:
Noticiero Kiñehuen Enero de 2008: Los Mitos de las Hidroeléctricas - Patagonia
sin represas!!!
www.kinehuen.com
No solo la Patagonia sin represas, sino también Coñaripe y
sus
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